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domingo, 23 de enero de 2011

"Sólo ante el hombre", de Ángela Figuera Aymerich


Lirios silvestres. Foto: Josefina López


Sólo ante el hombre

Sí, yo me inclinaría
ante el definitivo contorno de los lirios.

Sí, yo me extasiaría
con el trino del pájaro.

Sí, yo dilataría
mis ojos sobre el mar y la montaña.

Sí, yo suspendería
el soplo de mi pecho ante un arcángel.

Sí, yo me inclinaría
ante la faz de Dios, tocando el polvo,
si con su mano convocara el trueno.

Pero sólo ante el hombre, hijo del hombre,
reo de origen, ciego, maniatado,
los pies clavados y la espalda herida,
sucio de llanto y de sudor, impuro,
comiéndose, gastándose, pecando
setenta veces siete cada día,
sólo ante el hombre me comprendo y mido
mi altura por su altura y reconozco
su sangre por mis venas y le entrego
mi vaso de esperanza, y le bendigo,
y junto a él me pongo y le acompaño.


 De Belleza cruel, 1958


Ángela (de la) Figuera Aymerich (Bilbao, 1902-Madrid, 1984) fue una poeta española perteneciente a la primera generación de posguerra. Hija mayor de una familia numerosa, comenzó los estudios de Filosofía y Letras en Valladolid y los acabó en Madrid, adonde se trasladó su familia en 1930. En 1932 contrajo matrimonio con Julio Figueroa y en 1933 obtuvo una plaza como catedrática de instituto. Tras la Guerra Civil, perdió el trabajo y el título universitario por sus afinidades con la República. A partir de 1952 trabajó en la Biblioteca Nacional. 

Publicó, entre otras, las siguientes obras poéticas: Mujer de barro (1948), Vencida por el Ángel (1950), El grito inútil (1952), Los días duros ( 1953) y Belleza cruel (1958), con la que ganó el Premio de Poesía Nueva España, impulsado por la Unión de Intelectuales en el exilio. Su obra se adscribe a la llamada poesía desarraigada, aquella que muestra su disconformidad con el mundo circundante, su desasosiego existencial y los primeros indicios de protesta social y política.

Otro poema de la autora en este blog:

1 comentario:

  1. ¡Jo! supongo que esto no sería publicado en la España de la posguerra por su mensaje de rebeldía ante la Teocracia... Me gusta mucho. El hombre, con todos sus defectos, ha creado a Dios.
    Carlos San Miguel

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